El artículo compara la transformación digital en empresas con el acto de cambiar una manta a un niño enfermo, enfatizando que adoptar marcos metodológicos no garantiza cambio; se requiere un diagnóstico profundo, cultura adecuada y liderazgo efectivo.


Gabriel J. Perea R. | 7 de julio de 2025

PODCAST: IAG: La revolución que muchas empresas aún no entienden

IAG: La revolución que muchas empresas aún no entienden.

La irrupción de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) no es simplemente una moda pasajera ni una curiosidad tecnológica. Es un parteaguas en la forma en que concebimos el trabajo, los modelos de negocio y la creación de valor. Aun así, muchas empresas parecen no haber dimensionado su verdadero alcance.

La IAG puede automatizar tareas complejas, acelerar procesos creativos, mejorar la toma de decisiones y generar nuevas ventajas competitivas. Sin embargo, su integración efectiva en las organizaciones sigue siendo marginal. ¿Por qué?

Tres razones clave explican esta desconexión:

  1. Falta de comprensión sobre su potencial real: Para muchos líderes, la IAG sigue siendo una caja negra. No se entiende cómo puede aplicarse más allá de casos anecdóticos.
  2. Infraestructura y cultura organizacional poco preparadas: Las estructuras jerárquicas rígidas y la resistencia al cambio dificultan la adopción de nuevas tecnologías. La transformación digital requiere tanto de tecnología como de mentalidad.
  3. Subestimación de su impacto disruptivo: Se ignora que la IAG no solo optimiza procesos existentes, sino que crea otros completamente nuevos. Ignorar esto puede ser letal en sectores altamente competitivos.

¿Qué deberían hacer las empresas?

El camino no es uniforme, pero hay pasos concretos que pueden marcar la diferencia:

  • Explorar casos de uso específicos por sector, entendiendo cómo otras organizaciones han incorporado la IAG en sus flujos de trabajo.
  • Formar equipos multidisciplinarios, que combinen conocimiento técnico, visión estratégica y experiencia en procesos de negocio.
  • Invertir en capacitación práctica, enfocada en resolver problemas reales con herramientas de IA, no solo en cursos teóricos.
  • Adoptar una mentalidad de prueba y aprendizaje continuo, donde se valore el ensayo-error como mecanismo de evolución.

La IAG no es el futuro: es el presente. Y las empresas que no empiecen a actuar hoy corren el riesgo de quedar relegadas por aquellas que sí comprendieron la magnitud de este cambio.

Respuesta a “IAG: La revolución que muchas empresas aún no entienden”

  1. Maria Mercedes

    Lo he dicho antes y lo repito con más urgencia que nunca: la Inteligencia Artificial Generativa no es una herramienta más. Es un cambio de paradigma. No comprenderlo —o subestimarlo— equivale a delegar la dirección de tu empresa en una fuerza que ni conoces ni controlas. La IAG no solo optimiza; redefine. Y hacerlo desde dentro requiere más que tecnología: requiere visión, cultura organizacional, valentía para soltar viejos modelos y, sobre todo, criterio. Porque en este nuevo tablero, no gana quien más rápido adopta, sino quien mejor comprende lo que está en juego.

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