
Las organizaciones que logran mantenerse son debido a su eficiencia por encima de su capacidad estrategia. Son organizaciones que sacan partido de las oportunidades esquivando las amenazas con rapidez lo que las convierte en saltadores olímpicos de obstáculos hasta que alguno sea demasiado alto para superarlo.
La diferencia para no ser una organización olímpica radica en gestionar la complejidad del mercado empresarial identificando tempranamente los riesgos y oportunidades, formulando estrategias e iniciativas que resulten innovadoras con agilidad e incorporarlas en la práctica con rapidez.

En el pasado los cambios ocurrían lentamente y eran predecibles las organizaciones empresariales rara vez revisaban sus estrategias solo cuando veían obstáculos obvios. Hoy en día con la velocidad que ocurren los cambios obliga a la revisión continua para mantenerse en la carrera de las organizaciones del futuro que logran sobrevivir a la ferocidad de la competencia.