Por: Gabriel J. Perea R. @elistmopty
Y todo comenzó a cambiar. Nos cuenta la leyenda que existía una angosta franja de tierra donde los pobladores eran tan ingenuos que creían ciegamente cualquier cosa que les dijese aquellos enquistados en el poder. Como llegaron al poder, nadie lo sabia y el que lo sabia no se atrevía a desafiarlos.
Su palabra era ley y los pobladores se tenían que conformar con las migajas que ocasionalmente caigan de la mesa de los enquistados.
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