Por: Gabriel J. Perea R. @elistmopty
Cuando los países se enfrentan a crisis económicas implementan medidas para afrontarlas, medias que en algunos casos no son bien acogidas, ya sea por los ciudadanos de esos países o por las entidades crediticias. Entre las medidas que puede imponer un gobierno, están el alza de los impuestos, medida que ocasionara descontento social y solo afecta internamente, pero que es bien vista externamente.
Sin embargo en ocasiones se opta por medidas que no afecten a los ciudadanos directamente, tales como el aumento de las materias primas de exportación y/o la cesación de pagos con los acreedores internacionales. Todas estas alternativas tienen los países.
¿Qué alternativas tiene un individuo? ¿Puede acaso declararse en cesación de pagos e incrementar el precio de mano de obra? Puede un ciudadano común ante una crisis financiera decir unilateralmente. ¡Ahora me deben pagar más! No puede, a diferencia de un país donde se deben miles de millones de dólares y los gobiernos tienen alternativas, los individuos no, y se enfrentan a presiones, embargos y secuestros de los pocos bienes que posean. Están indefensos y secuestrados ante las entidades crediticias. Y no solo ocurrirá eso, dependiendo de la legislación de su país, entrara en las temidas listas de deudores manejas por las misma entidades crediticias con la amenaza de no volver a obtener crédito jamás.