Por: Gabriel J. Perea R. @elistmopty
Una onda expansiva es la propagación de una perturbación de alguna propiedad de un medio que se propaga ocupando mayor espacio del que fue originario. El fenómeno por el cual una corriente política triunfa sobre otras es comparable a las ondas expansivas que un grupo de individuos crean las cuales se expanden y alcanzan las aspiraciones ciudadanas haciéndolas vibrar momentáneamente en el mismo acorde. Esto produce el fenómeno por el cual los individuos aceptan una propuesta política como buena y le brindan su respaldo conduciéndola al triunfo en las urnas.
Estas ondas expansivas como fenómeno físico inevitablemente tienden a desvanecerse, perder fuerza y rebasar los objetos que fueron afectados por las ondas creadas. Cuando esto ocurre los objetos que fueron afectados estarán libres de perturbaciones y tienden a volver a sus estados naturales.
Si la onda fue de alta intensidad el periodo posterior es de una quietud que es percibida con mayor sensibilidad. En este punto los políticos se encuentran ante el derrumbe de las expectativas generadas y por las cuales fueron favorecidos por el voto popular. Como fenómeno político es predecible, como fenómeno físico es inevitable. Aunado a que una onda de alta intensidad se propaga más rápido que una de baja intensidad, tendiendo a desvanecerse las primeras más temprano. Cuando las ondas se desvanecen se podría intentar generar más ondas de igual o mayor intensidad lo que resulta imposible puesto que los factores que propiciaron la onda originaria ya no son los mismos y no pueden repetirse, el intentarlo generaría ondas distorsionadas.
El suceso se complica cuando ondas expansivas generadas por factores exógenos, llámese crisis financiera, afectaran en algún momento los objetos anteriormente afectados. De ocurrir esto cuando ya pasaron las primeras, el efecto puede ser desestabilizador.
Es en este momento cuando es necesario otra fuente de ondas que contrarreste, distraiga o supere las anteriores. Como crearla es una hazaña que parece que muy pocos han logrado en los ensayos democráticos y en Panamá parece una regla inquebrantable. Seamos positivos y pensemos que la primera onda tardará en desvanecerse, la segunda llegará muy tenue y la tercera aparecerá oportunamente.
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Gabriel J. Perea R. 