Por: Gabriel J. Perea R. @elistmopty
Publicado en la Estrella de Panamá
Aún falta mucho para el 2009, pero ya estamos ob
servando de todo y viene más. Los políticos, en su desesperación de presentarse como la poción mágica que resuelve todos los problemas que nos aquejan, utilizan las herramientas más convincentes que puedan encontrar.

Muy pocos se preocupan de recorrer el país para conocer los problemas, darse a conocer, prepararse y presentar pilares concretos de lo que será su futuro plan de gobierno. Otros, sin embargo, escogen la utilización de campañas informativas para ilustrarnos de los aspectos que ellos consideran pecaminosos y desinteresadamente utilizan su dinero y medios para darlos a conocer.
Esta estrategia es desafortunada, en Panamá no se aplica la susceptibilidad de otras democracias del hemisferio norte, donde un “affair” puede llevar al traste la carrera de un político. Aquí estamos curados contra la “tulivieja” y el “hombre del petate”, si fuera lo contrario, el PRD no hubiese conquistado dos veces el poder, y cuidado con una tercera.
Si eso es lo mejor que se les puede ocurrir a los asesores de algunas campañas. Señores, despídanlos, les están robando descaradamente su dinero. ¿Qué puede importar lo que alguien en algún momento dijo, si solo se descubre con intenciones de desprestigiar? Eso es bochinche, dice mi abuela. Díganme qué pueden hacer para mejorar la sociedad en que vivimos, eso sí me importa. Lo demás solo muestra un aspecto cuestionable.
Hay que reconocer la gallardía de aquellos que han reaccionado como se espera de un futuro estadista, no devolviendo el golpe, sino enviando un mensaje que las diferencias abismalmente de sus adversarios. Pero… también es cuestionable la increíble velocidad con que reaccionó el TE censurando y violentando nuestro sagrado derecho de conocer el bochinche.
¿Qué podemos esperar en el futuro próximo? Intercepciones telefónicas, cámaras ocultas, viejos videos de Todo por la Patria, fotos comprometedoras, pagos por servicios cuestionables? Esperemos y divirtámonos, el espectáculo es gratis, pero anotemos y no nos equivoquemos en el 2009.