Publicado en el Panamá América
orbellino de los recuerdos. Y en medio de todo ello, recuerdo, mi bandera, el pabellón tricolor.
De un plumazo los «padres de la patria» promulgan una ley para eliminar la reserva natural de nuestra identidad como nación, las áreas revertidas, mediante la ley 29 de 2008. Ley que cambia los usos de suelo para permitir desarrollo urbanísticos contrarios a la preservación de las áreas. Y como si no fuera poco, insultan nuestra inteligencia decretando la ley retroactiva y de carácter social.
¿Cómo puede ser de carácter social la construcción de edificios de 40 pisos con valores de hasta un millón de dólares? ¿Será que estos majestuosos edificios serán habitados por parientes de nuestros mártires? ¿Será que esos apartamentos serán subastados entre los residentes de los barrios humildes de El Chorrillo, Calidonia o Curundú? No nos engañemos.
Pronto veremos surgir una ciudadela de rascacielos en las propias márgenes del Canal, limitada por cercas de alambre, guardias de seguridad privados e imposibles de penetrar, a menos que se muestre el pasaporte que identifique como privilegiado habitante de la nueva y exclusiva ciudad de Panamá donde los panameños no podrán entrar.

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