Por: Gabriel J. Perea R. @elistmopty
Publicado en El Panamá América
Publicado en El Panamá América
Como buenos panameños una de nuestras características sobresalientes en criticar todo y siempre tendremos una mejor forma, según nuestro criterio, para mejor las cosas. Pero de criticar a pasar a la acción y realizar algo positivo por los demás son pocos los que lo hacen. Hagamos un alto.
En las sociedades progresistas se reserva el espacio necesario para que, como se discutan los problemas nacionales, se exalte y se reconozcan los valores humanos y a aquellos personajes que indistintamente de su inclinación política, sexo, religión o raza se dedican incansablemente a trabajar en beneficio de todos los ciudadanos.
Los panameños, que aspiramos a formar parte del conglomerado de naciones que disfrutan de mejores niveles de vida, debemos reconocer que esto no se logra sin el arduo y tenaz trabajo de compatriotas que tienen fe en su país. Que demuestran con sus acciones un verdadero compromiso con la sociedad.
Esta labor sobresaliente puede darse en cualquier ámbito del quehacer nacional: político, social, cultural, gremial, etc. Debe ser ampliamente reconocida con espontaneidad por los ciudadanos; y en el caso de ser funcionario remunerado, debe exceder ampliamente las responsabilidades del cargo. No sé si tenemos un evento anual donde se reconozca el valor de nuestros luchadores incansables, pero ya es tiempo que establezcamos los mecanismos necesarios para revitalizar la corriente que genera el surgimiento de ciudadanos comprometidos con los intereses nacionales.
Las capacidades de la era de la información nos facilitarían el proceso de selección de esos personajes. Puede ser mediante una encuesta por Internet y/o insertada en los diarios nacionales, con sus correspondiente categorías y la posibilidad de nominar a personajes que no estén en la encuesta. Podría ser desarrollado por el Ministerio de Desarrollo Social. Honestamente no sé cuáles son sus funciones. El reconocimiento debería estar exento de la contaminación que un premio remunerado acarrea.
Exaltar los ciudadanos que consideramos como valiosos conlleva que el reconocimiento represente una condecoración singular otorgada por el sentir ciudadano y solo el orgullo de merecerse está distinción.
Existen un número significativo de ciudadanos que podrían aspirar al merecido reconocimiento, pero sólo aquellos que obtengan una mayor votación popular serían acreedores al galardón, uno por categoría.
Este tipo de reconocimiento debe contar con el respaldo de toda la sociedad, clubes cívicos, asociaciones, Gobierno, Iglesia, universidades, centros educativos, empresa privada y público en general.
El futuro del país, su desarrollo y su progreso está en estricta relación con el compromiso que sus ciudadanos asumen en trabajar en beneficio de todos sus compatriotas. Se debe reconocer aquellos que van más allá de lo que la sociedad espera. Es tiempo que permitamos que nuestros luchadores incansables sientan que su tesonero trabajo es reconocido, admirado y alentado por todos. Incentivemos a que más panameños sientan el ferviente deseo de trabajar por su país.
No existe nación que surja sin contar con personajes que se comprometan a trabajar incansablemente por el bienestar colectivo.
Critiquemos menos y reconozcamos nuestros valores ciudadanos.
En las sociedades progresistas se reserva el espacio necesario para que, como se discutan los problemas nacionales, se exalte y se reconozcan los valores humanos y a aquellos personajes que indistintamente de su inclinación política, sexo, religión o raza se dedican incansablemente a trabajar en beneficio de todos los ciudadanos.
Los panameños, que aspiramos a formar parte del conglomerado de naciones que disfrutan de mejores niveles de vida, debemos reconocer que esto no se logra sin el arduo y tenaz trabajo de compatriotas que tienen fe en su país. Que demuestran con sus acciones un verdadero compromiso con la sociedad.
Esta labor sobresaliente puede darse en cualquier ámbito del quehacer nacional: político, social, cultural, gremial, etc. Debe ser ampliamente reconocida con espontaneidad por los ciudadanos; y en el caso de ser funcionario remunerado, debe exceder ampliamente las responsabilidades del cargo. No sé si tenemos un evento anual donde se reconozca el valor de nuestros luchadores incansables, pero ya es tiempo que establezcamos los mecanismos necesarios para revitalizar la corriente que genera el surgimiento de ciudadanos comprometidos con los intereses nacionales.
Las capacidades de la era de la información nos facilitarían el proceso de selección de esos personajes. Puede ser mediante una encuesta por Internet y/o insertada en los diarios nacionales, con sus correspondiente categorías y la posibilidad de nominar a personajes que no estén en la encuesta. Podría ser desarrollado por el Ministerio de Desarrollo Social. Honestamente no sé cuáles son sus funciones. El reconocimiento debería estar exento de la contaminación que un premio remunerado acarrea.
Exaltar los ciudadanos que consideramos como valiosos conlleva que el reconocimiento represente una condecoración singular otorgada por el sentir ciudadano y solo el orgullo de merecerse está distinción.
Existen un número significativo de ciudadanos que podrían aspirar al merecido reconocimiento, pero sólo aquellos que obtengan una mayor votación popular serían acreedores al galardón, uno por categoría.
Este tipo de reconocimiento debe contar con el respaldo de toda la sociedad, clubes cívicos, asociaciones, Gobierno, Iglesia, universidades, centros educativos, empresa privada y público en general.
El futuro del país, su desarrollo y su progreso está en estricta relación con el compromiso que sus ciudadanos asumen en trabajar en beneficio de todos sus compatriotas. Se debe reconocer aquellos que van más allá de lo que la sociedad espera. Es tiempo que permitamos que nuestros luchadores incansables sientan que su tesonero trabajo es reconocido, admirado y alentado por todos. Incentivemos a que más panameños sientan el ferviente deseo de trabajar por su país.
No existe nación que surja sin contar con personajes que se comprometan a trabajar incansablemente por el bienestar colectivo.
Critiquemos menos y reconozcamos nuestros valores ciudadanos.