Gabriel J. Perea R. | 5 de septiembre de 2025
¿Te has dado cuenta de que ahora todos son expertos en aplicar la inteligencia artificial? De la noche a la mañana, parece que cada esquina del internet tiene su propio gurú de la IA, proponiendo usos tan insólitos como inútiles, pero eso sí, con cara seria y promesas de llevarte “de 0 a 100” en un par de prompts.
Ejemplos no faltan:
- IA aplicada al doblado de ropa.
- IA aplicada a encontrar medias perdidas.
- IA aplicada a elegir qué serie ver en Netflix.
- IA aplicada al cálculo de siestas perfectas.
- IA aplicada al regado de plantas… ¡artificiales!
- IA aplicada a decidir qué pizza pedir.
- IA aplicada a elegir qué foto subir a Instagram.
- IA aplicada a encontrar estacionamiento… en sueños.
- IA aplicada al orden de los cubiertos en la mesa.
- IA aplicada a entrenar al perro para que entrene al dueño.
- IA aplicada al cálculo de la fila más rápida en el supermercado.
- IA aplicada a dar excusas creativas para llegar tarde.
- IA aplicada a decidir de qué lado dormir en la cama.
- IA aplicada a encontrar el control remoto perdido.
- IA aplicada a predecir el momento exacto en que sonará tu celular… justo cuando entras al baño.
Sí, lo has leído bien. Antes de este auge, la mayoría de estos nuevos “expertos” probablemente no sabían ni lo que era un prompt. Pero ahora, todos escriben como si sus indicaciones fueran la fórmula mágica del éxito digital.
¿Dónde está el embuste? ¿Cómo es que, de repente, quienes antes no destacaban por nada de lo que ahora predican, se presentan como visionarios de la tecnología?
La verdad es que debemos ser cuidadosos. Muchos intentan vender humo, aprovechando una herramienta poderosa que, irónicamente, está al alcance de todos, sin necesidad de intermediarios.
Así que la próxima vez que veas una “IA que predice cuándo tu jefe te mandará un correo justo cuando salgas a almorzar”, respira hondo y recuerda: el verdadero poder de la IA no está en el absurdo… sino en cómo tú decides usarla.


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