Gabriel J. Perea R. discute cómo la inteligencia artificial se ha convertido en una estrategia vital para las empresas. Un caso ejemplar muestra a una cadena de supermercados que implementó un Comité de IA para garantizar el uso responsable, logrando mejoras significativas en ventas y eficiencia.


Gabriel J. Perea R. | 3 de septiembre de 2025

PODCAST: IAG: IA con Gobernanza: cuando la tecnología se convierte en estrategia.

Hablar de inteligencia artificial en las empresas ya no es novedad. La verdadera diferencia está en cómo convertirla en una estrategia con gobernanza, capaz de generar impacto, confianza y resultados tangibles.

Imaginemos el caso de una cadena de supermercados con operaciones en Centroamérica. El reto era claro: enfrentar la competencia del e-commerce, recuperar la lealtad de sus clientes y mejorar la eficiencia de la cadena de suministro.

La empresa decidió que la IA no sería solo una herramienta, sino un pilar estratégico. Para lograrlo, estableció un Comité de IA y Datos con representación de áreas clave: Tecnología, Seguridad, Legal y Auditoría. Su misión: garantizar un uso ético, transparente y responsable de los algoritmos, alineado con marcos internacionales como el NIST AI Risk Management Framework.

Los primeros casos de uso fueron seleccionados con precisión:

  • Predicción de demanda para reducir quiebres de stock.
  • Ofertas personalizadas en tiempo real.
  • Algoritmos antifraude aplicados a los programas de lealtad.
  • Precios dinámicos según demanda y competencia.

Los resultados hablaron por sí solos:

  • 15 % menos quiebres de stock.
  • 20 % más ventas online.
  • 30 % menos intentos de fraude detectados.
  • Y, sobre todo, mayor confianza de clientes y reguladores al comunicar abiertamente sus principios de IA responsable.

Ahora bien, la gran pregunta es: ¿cómo lo hicieron? Ahí es donde entra la verdadera magia. Un proceso de gobernanza robusto, disciplina estratégica y decisiones que marcaron la diferencia. Pero —como en toda receta ganadora— no todos los secretos se pueden divulgar.

La lección es clara: la IA no transforma por sí sola. Lo hace cuando se gobierna con visión, ética y estrategia. La clave está en pasar de pilotos aislados a una verdadera arquitectura de gobernanza que permita escalar el valor de la IA sin perder el control.

En un mundo donde la innovación avanza a velocidad exponencial, las empresas que sepan gobernar la IA no solo competirán mejor: serán las que marquen el rumbo.es que sobrevivirán a la IA

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