Cuando un presidente divide, el país retrocede

,

El podcast de Gabriel J. Perea R. critica el liderazgo que divide a la sociedad panameña, enfatizando que un verdadero gobierno debe incluir y representar a todos, priorizando la justicia y la dignidad sobre el interés de unos pocos.


Gabriel J. Perea R. | 27 de Julio de 2025

PODCAST: Cuando un presidente divide, el país retrocede.

Dividir a la sociedad no es un logro. Es el síntoma más evidente de un gobierno que ha fracasado en su deber más básico: unir, proteger y representar a todos.

Un país no se construye desde la comodidad de un despacho rodeado de aplausos empresariales, mientras al otro lado de la ventana miles de trabajadores alzan pancartas de desesperación. Un mandatario que desprecia a la clase obrera, que la ignora o la acusa, no lidera: abandona. No crea desarrollo: profundiza desigualdades. Y no representa al país: representa a un grupo.

Panamá no puede avanzar dejando atrás a quienes realmente la sostienen. Las manos que levantan edificios, recogen cosechas, atienden hospitales, transportan mercancías y enseñan en las escuelas, merecen el mismo respeto —si no más— que quienes presiden juntas directivas o cierran negocios millonarios.

Gobernar no es complacer a los poderosos, es equilibrar intereses. Es escuchar incluso cuando incomoda. Es saber que cada decisión, cada firma y cada silencio, construye o destruye el tejido social.

Un país dividido no es el reflejo de sus ciudadanos, sino de sus líderes. Porque cuando la voz del pueblo es ignorada, la protesta se convierte en la única forma de ser escuchado.

El verdadero progreso no se mide en cifras macroeconómicas, sino en dignidad compartida. Y en ese sentido, ningún crecimiento es real si ocurre a costa de la mayoría.

La historia no recuerda con admiración a los que gobernaron para unos pocos. Recuerda con respeto a quienes se atrevieron a unir lo diverso, a tender puentes donde otros solo alzaban muros.

Panamá necesita un liderazgo que entienda esta verdad simple pero profunda: no hay desarrollo sin justicia, ni justicia sin inclusión.


Gabriel J. Perea R.

Tags:

Deja un comentario