Gabriel J. Perea R. | 15 de junio de 2025

PODCAST: Cómo enfrentar el miedo a la inteligencia artificial sin caer en la negación ni el alarmismo

El pánico a la inteligencia artificial: entre la negación y la exageración, el cambio ya está aquí

En las últimas semanas, he notado una creciente ansiedad —y en algunos casos, una franca hostilidad— hacia la inteligencia artificial entre muchos profesionales. Algunos la perciben como una amenaza directa a sus carreras. Otros, con un tono casi apocalíptico, la demonizan como si fuera una plaga tecnocrática destinada a reemplazarnos a todos.

Pero la verdad es más incómoda: la IA no es una moda pasajera ni una fantasía futurista. Es, como bien dirían algunos, un auténtico game changer. No solo por lo que puede hacer hoy, sino por el nuevo paradigma que ya está empezando a moldear.

Y aunque abundan los “expertos instantáneos” que se autoproclaman gurús de la IA en redes sociales, vale la pena prestar atención a quienes realmente están en la primera línea del desarrollo.

📌 Un ejemplo revelador: los ingenieros de Apple publicaron recientemente un estudio titulado
“The Illusion of Thinking: Understanding the Strengths and Limitations of Reasoning Models via the Lens of Problem Complexity”.

En él, compararon el rendimiento de distintos modelos de IA frente a problemas clásicos de lógica como las Torres de Hanói o el River Crossing.

¿El resultado? Incluso los modelos más avanzados pueden tropezar con tareas que un estudiante de secundaria resolvería con lápiz y papel.

Este hallazgo no implica que la IA “no sirva”. Más bien, nos recuerda que entender sus límites es tan importante como reconocer su potencial. Es hora de dejar de vender humo.

Entonces, ¿qué hacemos?

Dejamos de tenerle miedo.

Dejamos de endiosarla.

Y empezamos a prepararnos. A aprender, a experimentar con pensamiento crítico, con curiosidad, y con una ética renovada.

La IA no va a pedirnos permiso. Ya forma parte de nuestra realidad, igual que lo fueron el vapor, la electricidad o internet en su momento. Puedes ignorarla… pero no te va a esperar.

¿Pánico o evolución? Tú decides.

Gabriel J. Perea R.