Gabriel J. Perea R. | 22 de marzo de 2024
PODCAST: Juventud desafíos y oportunidades en el Mercado Laboral.
Con demasiada frecuencia, escuchamos el lamento de generaciones jóvenes que se lanzan al mercado laboral panameño en busca de oportunidades, solo para encontrarse con la desalentadora realidad de la falta de empleo, ya sea al concluir sus estudios secundarios o universitarios. Esta situación se agrava cuando los pocos que logran encontrar trabajo caen en la informalidad. Sin embargo, es crucial analizar las estadísticas recientes para comprender mejor esta problemática y cómo ha evolucionado en los últimos dos años, entre 2023 y 2024.
Entre agosto de 2012 y abril de 2022, la población en edad productiva (mayores de 15 años) aumentó en 632,940 personas. De estas, 360,125 personas (59%) buscaron activamente trabajo, lo que evidencia un incremento significativo en la Población Económicamente Activa (PEA).
En Panamá, durante el período comprendido entre octubre de 2021 y abril de 2022, la mitad de los nuevos buscadores de empleo y el 40% de aquellos que lo consiguieron fueron jóvenes menores de 30 años. Este dato marca un cambio notable en comparación con los patrones históricos y se diferencia del panorama laboral mundial.
La participación de los jóvenes en la expansión del empleo panameño ha fluctuado en las últimas décadas: en el período 2004-2007, representaron el 26% de los nuevos empleos, cifra que disminuyó al 14% entre 2007 y 2012, y se redujo aún más al 8% entre 2012 y 2019. Además, entre 2019 y 2020, el 38% de los trabajadores que perdieron sus empleos tenían entre 15 y 29 años.
Aunque algunos jóvenes consiguen empleo en sectores como ventas, atención al cliente, mano de obra no calificada y puestos técnicos de nivel medio, la mayoría de los trabajos disponibles para ellos son informales.
Es crucial resaltar que la informalidad continúa siendo un desafío importante para los jóvenes en el mercado laboral panameño. Si bien se han observado algunos cambios positivos en la situación laboral de la juventud en Panamá, especialmente en términos de la creación de empleo, la mayoría de estos trabajos carecen de estabilidad y calidad.
Además, existe una disparidad preocupante entre la enseñanza y las necesidades del mercado actual. En un mundo cada vez más dominado por la tecnología, la inteligencia artificial, la ciencia de datos y otras disciplinas digitales, el sistema educativo panameño aún no se adapta completamente a estas demandas. Esta brecha entre la formación académica y las habilidades requeridas en el mercado laboral podría estar contribuyendo a la dificultad de los jóvenes para encontrar empleo adecuado y estable.
En este panorama desafiante para los jóvenes que intentan ingresar al mercado laboral, surge una interrogante inevitable: ¿qué les espera a aquellos que, no siendo tan jóvenes, se encuentran desempleados y buscan reinserción laboral? La realidad es que esta pregunta nos lleva a reflexionar sobre la necesidad urgente de políticas y programas que aborden tanto el desempleo juvenil como el desempleo en general. La capacitación continua, la actualización de habilidades y la creación de oportunidades laborales inclusivas son elementos fundamentales para construir un futuro laboral más próspero y equitativo para todos los panameños. En última instancia, el desafío de mejorar las condiciones laborales y reducir la brecha entre la oferta educativa y las demandas del mercado es una responsabilidad compartida entre el gobierno, el sector privado y la sociedad en su conjunto.
Aunque ha habido un aumento en la creación de empleo en Panamá, especialmente entre los jóvenes, persiste el desafío de mejorar la calidad y estabilidad de estos trabajos en los años venideros. El país debe centrarse en políticas laborales que fomenten la formalización de empleo y brinden oportunidades equitativas para la juventud, asegurando así un futuro más próspero y sostenible para todos.


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