Gabriel J. Perea R. |8 de febrero de 2024
PODCAST: La responsabilidad ciudadana en las elecciones

Hay situaciones que exigen extrema precaución, y no se debe confiar en la intuición, las buenas intenciones o la retórica de los encantadores de serpientes.
Tomemos, por ejemplo, una situación en la que un ser querido enfrenta una enfermedad que requiere intervención médica, una operación delicada. La pregunta es: ¿a quién confiarías la atención de tu ser querido? ¿Recurrirías a un relojero, a un curandero, a un chamán? Lo más probable es que buscarías las hábiles manos de un experto y probado galeno; no apostarías por buenas intenciones.
Si esta premisa es válida y en asuntos cruciales no dejamos nuestro destino o el de nuestros familiares al azar, sin importar nuestra edad cronológica, surge la pregunta de por qué confiamos en cualquier persona en asuntos tan delicados como la administración del país.
En la oferta electoral, los candidatos se presentan como objetos raros en un bazar. Desde personajes que no deberían ni asomar la cabeza hasta candidatos dignos de consideración. Sin embargo, la tendencia es elegir al que más gasta en campaña o que tiene mayor visibilidad, sin importar su capacidad, formación o trayectoria. Pareciera que solo basta con una cara bonita, salir bien en las fotos y un eslogan pegajoso para que los incautos idolatren a falsos ídolos.
La consecuencia es que no pasa ni un año de su mandato cuando aquellos que le otorgaron el voto están pidiendo la revocatoria, pero ya es demasiado tarde. Por un lado, están los eternos candidatos que han vivido décadas de los impuestos de los ciudadanos y no se retirarán porque es su forma de vida.
Corresponde al ciudadano responsable examinar, escudriñar, indagar, cuestionar quiénes son esos candidatos. Deben obviar las propagandas y campañas con métodos trillados, así como las promesas vacías. La clave es ejercer un voto informado, basado en un sólido análisis. Este es el único método para evitar arrepentimientos y romper con el ciclo de elecciones que nos deja con más de lo mismo.


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