Gabriel J. Perea R. | 10 de enero de 2024
PODCAST: Ser ágil en los negocios es una Transformación Empresarial

En el ámbito empresarial actual, nos vemos inundados por una variedad de términos, metodologías, marcos de trabajo, mejores prácticas, certificaciones y demás propuestas que algunos presentan como la solución definitiva para revitalizar a las empresas, convirtiéndolas en auténticos pavos reales en la fauna empresarial. La pregunta que surge es: ¿son realmente útiles y necesarios estos enfoques para tu empresa?
A menos que la adopción de ciertas certificaciones, metodologías u otros elementos sea una demanda del mercado debido a estándares, regulaciones o leyes específicas, su implementación debe ser objeto de un cuidadoso análisis. La consideración inicial debería ser, sin duda, económica. Por ejemplo, si la certificación del personal en un determinado marco de trabajo implica un costo que no se traduce en un aumento de las ganancias ni proporciona algún beneficio tangible o intangible, es posible que realmente no sea necesario.
Sin embargo, uno de los factores cruciales, que marca una clara diferencia en el competitivo mundo empresarial, es la rapidez con la que los clientes satisfacen sus necesidades o adquieren productos. En algunos casos, aunque el bien o servicio no sea perfecto, la accesibilidad y facilidad de adquisición pueden ser determinantes. En este contexto, nos enfrentamos a una avalancha de propuestas que aseguran ayudarnos a destacar entre la competencia, y entre ellas, destaca una palabra que resuena incansablemente: agilidad. Ahora todos buscan ser ágiles, pero ¿qué significa realmente?
Si definimos la agilidad como la capacidad de moverse y cambiar de dirección rápidamente, podríamos pensar erróneamente que hacer que los colaboradores se muevan más rápido ya nos convierte en ágiles, o que seguir las reglas de una determinada metodología convierte automáticamente a la empresa en ágil. La respuesta es no; una cosa es ser ágil en un proceso y otra muy distinta es ser ágil empresarialmente. No es lo mismo, pero a menudo parece igual.
Una empresa se considera ágil cuando adopta y sigue los principios y prácticas del enfoque ágil en la gestión y desarrollo de proyectos, productos o servicios. Este enfoque debe ser integral, abarcando toda la empresa y no limitándose a un solo departamento. Se trata de un cambio de paradigma empresarial que va más allá de simplemente adoptar una certificación o metodología.


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