Gabriel J. Perea R. | 12 de diciembre de 2023
PODCAST: Desafíos y oportunidades en la difusión de la información

En el actual escenario mediático, la velocidad de transmisión de la información ha alcanzado niveles sin precedentes gracias a la tecnología. En este vertiginoso flujo de datos, los medios tradicionales se enfrentan a un desafío monumental para mantener su relevancia, mientras que las redes sociales emergen como fuentes de primera mano que permiten a las audiencias conocer los acontecimientos en tiempo real.
La rapidez con la que la información se propaga ha superado las capacidades de los medios de comunicación convencionales. Las ediciones impresas y los noticieros televisivos, piedras angulares en la difusión de noticias, luchan por competir con la inmediatez que ofrecen las plataformas digitales. Los eventos se desarrollan en minutos, convirtiendo a las redes sociales en el medio predilecto para obtener información actualizada al instante. Este escenario fue evidente durante las acciones ciudadanas para derogar el contrato con la minera en Panamá.
Las redes sociales han transformado la forma en que consumimos noticias. Plataformas como Twitter, Facebook e Instagram son fuentes de información de primera mano, narrando eventos en tiempo real. Se comparten fotos, videos y testimonios, brindando a la audiencia una experiencia inmersiva de lo que está sucediendo. En contraste, los medios tradicionales enfrentan la barrera del tiempo y la edición, limitando su capacidad para ofrecer información instantánea.
Esta dinámica redefine la forma en que se difunde la información; los medios convencionales han sido forzados a expandirse al mundo digital de las redes sociales. Observamos la presencia de los medios en Twitter, Facebook e Instagram. Este cambio plantea preguntas fundamentales sobre la objetividad y veracidad de la información. A medida que la velocidad se convierte en un factor clave en la difusión de noticias, la necesidad de verificar los hechos se vuelve crucial. Aunque las redes sociales ofrecen una ventana rápida al mundo, también pueden propiciar la desinformación. Los medios tradicionales, a pesar de sus limitaciones en velocidad, siguen rigurosos estándares de verificación antes de publicar información.
Los medios tradicionales deben adaptarse a la velocidad de la era digital sin sacrificar la integridad periodística, mientras que las redes sociales deben asumir la responsabilidad de garantizar la veracidad de la información que se difunde.


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